Con sus ojos llenos de inocencia la pequeña le pregunto a su padre:
-Papá ¿por que el cielo no llora? las plantas se están secando y no hay agua para mis perros.
- Hija mía, el cielo se volvió como las personas, ya nadie se preocupa por el resto, a nadie le importa lo que le suceda a los demás.
Y después de una pausa reflexiva la pequeña añadió:
-¿Entonces ahora el cielo ya no tiene por quien llorar?.
-Aun hay gente buena hija mía... pero cada vez somos menos...
viernes, 17 de agosto de 2012
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario